Resumen
Luego de su expedición a la Isla del Coco a finales del siglo XIX, el Dr. Henri Pittier consideró este sitio como de vital importancia, a nivel nacional y regional, para realizar observaciones continuas de distintos parámetros geofísicos y mejorar el entendimiento del sistema climático en el Pacífico Tropical del Este (ver anexo de Alfaro, 2008). Hoy sabemos que dicho lugar se encuentra dentro de una de las regiones geográficas en donde ocurre una de las mayores señales de variabilidad climática conocida como El Niño-Oscilación del Sur o ENOS. Sin embargo, no es hasta hace pocos años, a principios de la segunda década del siglo XXI, que el Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica (IMN), establece una estación automática en dicha isla, luego de un intento anterior a principios de este siglo por parte del mismo IMN y del Instituto Costarricense de Electricidad.