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dc.creatorSabean Dixon, Robert
dc.creatorAragón Vargas, Luis Fernando
dc.creatorAnderson Umaña, Lisa
dc.date.accessioned2014-12-15T21:14:20Z
dc.date.available2012-07-16T15:31:43Z
dc.date.available2014-12-15T21:14:20Z
dc.date.issued2014
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/10669/667
dc.descriptioncapítulo de libro -- Universidad de Costa Rica, Escuela de Educación Física y Deportes. 2014. Versión finales_ES
dc.description.abstractLas personas juegan por la aventura, para gozar y entrar en lo desconocido. Así, desde la perspectiva de quien juega, el juego no tiene objetivos, no posee un propósito, no hay nada que ganar ni producir. No se participa en el juego porque sea racional, sino porque es placentero. No se debe instrumentalizar el juego y convertirlo en un “telos”, más bien, debe entenderse como un fin en sí mismo. El juego no es juego a menos que sea inútil desde la perspectiva de quien participa en este. El recreólogo entiende el juego desde una perspectiva distinta, pues sabe que este es la respuesta a cómo se logra el cambio en las personas y lo utiliza con objetivos concretos. A pesar de esta aparente “utilidad” del juego, el recreólogo debe abstenerse de convertirlo en una ideología y más bien debe conservar su carácter libre. Los autores ofrecemos nuestra propia definición del juego (recreación) y de diversión. Se ha preferido usar el término juego pues este, junto con el amor, el trabajo y la adoración (impulsos innatos al ser humano), es un término más básico y universal, desde una perspectiva lingüística y cultural, que el de recreación. Aún así, en este cuaderno se utilizan ambos términos casi indistintamente; no se debe confundir el juego (recreación) con los juegos (una de las áreas de la recreación). Se asocia al juego con palabras como flow, estímulo, sensoriostasis y creatividad. El juego así entendido estimula, complementa, libera, sorprende y crea comunidad. Presentamos la diversión como antónimo de la recreación, pues la diversión no es juego ni recreación; el juego es divertido, mas no es diversión. Esta es pasajera y superficial, aprisiona y promueve la individualidad. A lo largo de toda la obra, será importante tener presente esta perspectiva: la diversión es destructora o, en el mejor de los casos, simplemente distractora, pues no produce crecimiento.es_ES
dc.description.sponsorshipUniversidad de Costa Rica, Escuela de Educación Física y Deportes; Asociación Internacional de Campamentos Cristianos América Latinaes_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.publisherAsociación Internacional de Campamentos Cristianos América Latinaes_ES
dc.relation.ispartofseriesEl juego. Una perspectiva cristiana;Cuaderno 3
dc.subjectOcioes_ES
dc.subjectTrabajoes_ES
dc.subjectJuegoes_ES
dc.subjectPlayes_ES
dc.subjectLeisurees_ES
dc.subjectEntretenimientoes_ES
dc.subjectSociología del tiempo librees_ES
dc.titleEl juego. Una perspectiva cristiana. Cuaderno 3: La imagen remodelada del juego (lo lúdico)es_ES
dc.typecapítulo de libro
dc.description.procedenceUCR::Vicerrectoría de Docencia::Ciencias Sociales::Facultad de Educación::Escuela de Educación Físicaes_ES


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