Este texto expone como el juego es parte integral de la vida. El juego es legitimado por la Biblia, ya que esta no sólo no lo condena, sino que se establece una relación directa entre el séptimo día libre, el shabbat, y el juego. El juego es visto como una celebración. El texto analiza diferentes pasajes de la Biblia relacionados con el juego y el día de reposo.