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dc.creatorMata Jiménez, Leonardo
dc.creatorHernández Chavarría, Francisco
dc.date.accessioned2013-11-22T20:15:43Z
dc.date.available2013-11-22T20:15:43Z
dc.date.issued1978
dc.identifier.issn1017-8546
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/10669/8920
dc.descriptionartículo (arbitrado) -- Universidad de Costa Rica. Instituto de Investigaciones en Salud (INISA), 1978es_ES
dc.description.abstractEstudios prospectivos en una comunidad indígena de Guatemala demostraron la baja prevalencia de enfermedades infecciosas, especialmente de los tractos gastrointestinal y respiratorio, en niños alimentados exclusivamente al seno materno (12,15). El efecto protector de la leche humana se debe fundamentalmente al sistema inmune, destacándose, por su capacidad antimicrobiana, la inmunoglobulina A secretora (IgAs) (8). Además de las otras inmunoglobulinas (7,25) se han encontrado más principios biológicos en el calostro y la leche humana (6,13), como el factor bífido, la lactoferrina,lisozima, triocianasa, factor antiestafilococico, proteína ligante de la vitamina B 12, complemento, una molécula semejante a interferón (11) Y más recientemente un factor diferente del anticuerpo, aunque capaz de neutralizar algunos virus "in vitro" (1,16). Además, la leche es rica en células inmunocompetentes, principalmente linfocitos y macró· fagos (4,19,22). Con base en estudios epidemiológicos se ha postulado que el calostro y la leche humana protegen contra las infecciones por rotavirus. Se ha observado que la mayor suceptibilidad al desarrollo de enfermedad por este agente es entre los 6 meses y 2 años de edad (3,18).. aunque se han encontrado rotavirus en neonatos (20). Entonces, la baja incidencia observada en niños menores de 6 meses podría deberse a la lactancia natural (2). del calostro y de la leche contra las infecciones por rotavirus de origen humano; así para lograr la infección ha sido preciso disponer de animales gnotobióticos susceptibles como terneros (17), lechones (24), ovejas (23) y monos (26), o de animales recién nacidos que no habían sido amamantados. Los animales recién nacidos alimentados con calostro no desarrollan el cuadro el ínico. Por otra parte se han descrito niveles relativamente altos de inmunoglobulinas anti·rotavirus en leche de vaca, capaces de neutralizar el rotavirus bovino hasta en un título de 640 (27). En este trabajo se describe la existencia de un factor aglutinante de rotavirus de origen humano en calostro de mujeres costarricenses y se discute su posible naturaleza y significación en biología humana.es_ES
dc.description.sponsorshipUniversidad de Costa Rica, Instituto de Investigaciones en Salud (INISA), Ministerio de Salud, Hospital Nacional de Niños, Caja Costarricense de Seguro Social, Costa Ricaes_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.publisherRev. Méd. Hosp. Nal. Niño113(1): 45·52, 1978es_ES
dc.subjectCosta Ricaes_ES
dc.subjectTrastornos de la Nutrición del Lactantees_ES
dc.subjectNiñoes_ES
dc.subjectRotaviruses_ES
dc.subjectSalud de la Mujeres_ES
dc.titleFactor aglutinante de Rotavirus en calostro en mujeres costarricenseses_ES
dc.typeartículo original
dc.description.procedenceUCR::Vicerrectoría de Investigación::Unidades de Investigación::Ciencias de la Salud::Instituto de Investigaciones en Salud (INISA)es_ES


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