Manejo terapéutico agudo del paciente con tromboembolia pulmonar de riesgo intermedio y alto riesgo. Una revisión sistemática

Abstract

La tromboembolia pulmonar consiste en la presencia de un trombo en la circulación arterial pulmonar, siendo esta la tercera causa de muerte cardiovascular a nivel mundial. La obstrucción de la circulación pulmonar se traduce en disfunción ventricular derecha e hipoxemia que, de no corregirse de manera correcta, termina en la muerte del paciente. Para tratar adecuadamente esta enfermedad, una vez hecho el diagnóstico, debe clasificarse según su riesgo, el cual está basado en estudios de imagen y biomarcadores. Cuanto mayor cantidad de estudios indiquen datos de disfunción ventricular derecha, mayor es el riesgo de mortalidad a corto y largo plazo de estos pacientes. De esta manera, se clasifica al paciente en riesgo bajo, riesgo intermedio y alto riesgo. Además, basado en esta clasificación, se debe iniciar el manejo específico del paciente. Existe una gran cantidad de terapias disponibles para el manejo de pacientes con tromboembolia pulmonar, como anticoagulación, trombólisis sistémica, trombólisis dirigida por catéter, trombectomía y embolectomía quirúrgica. Sin embargo, muchas de estas terapias deben ser usadas de manera correcta para que tengan un impacto positivo sobre el paciente. A pesar de que existe mucha literatura y estudios en pacientes de riesgo intermedio y alto, en la práctica clínica el manejo de estos es muchas veces poco protocolizado, lo que favorecería un mal desenlace clínico, el cual puede ser prevenible con un mayor orden a la hora de tomar decisiones. Se deben utilizar los medicamentos, dosis y técnicas aprobadas según los múltiples estudios que se han realizado, aunque aún existen temas por definir en el futuro.Pulmonary thromboembolism is the presence of a thrombus in the pulmonary arterial circulation, which is the third cause of cardiovascular death worldwide. Obstruction of pulmonary circulation results in right ventricular dysfunction and hypoxemia that, if not corrected correctly, ends in the death of the patient. In order to adequately treat this disease, once its diagnosis has been made, it must be classified according to its risk, which is based on imaging studies and biomarkers. The greater the number of studies that indicate right ventricular dysfunction, the greater the risk of short- and long-term mortality of these patients. In this way, the patient is divided into low risk, intermediate risk and high risk, and based on this classification, the specific management of the patient must begin. There are a large number of therapies available for the management of patients with pulmonary thromboembolism, such as anticoagulation, systemic thrombolysis, catheter- directed thrombolysis, thrombectomy, and surgical embolectomy. However, many of these therapies must be used correctly to have a positive impact on the patient. Despite there being a lot of literature and studies on intermediate-risk and high-risk patients, in clinical practice the management of these patients is often poorly protocolized, which can favor a poor clinical outcome which can be preventable with a greater order to the time to make decisions. Approved medications, doses and techniques must be used according to the multiple studies that have been carried out, with still issues to be defined in the future.