El problema de la donación como esencia de la fenomenalidad critica a la noción del fenómeno revelado en la donación

Abstract

La tercera reducción desarrollada por Jean-Luc Marion ha permitido visibilizar un fenómeno que, por inversión de las categorías kantianas, muestra el exceso y la saturación del fenómeno. La saturación se da cuando el fenómeno da más de lo que puede ser limitado por la intencionalidad o el horizonte del Yo. En el ámbito de la religión, la experiencia de Dios corresponde a un fenómeno absolutamente saturado en el que la intencionalidad no puede ni prever ni limitar de ningún modo o bajo ninguna categoría u horizonte lo que aparece en el ámbito de la donación. Mostrar un fenómeno tal ha sido considerado por Dominique Janicaud un giro teológico de la fenomenología, es decir, una desviación del objetivo científico y el carácter estrictamente filosófico del método planteado originalmente por Husserl. Dicha crítica es tomada en cuenta en esta investigación, y se ofrece la siguiente tesis: existe, en efecto, en el desarrollo de Marion, un interés por visibilizar un ámbito en común con la teología apofática: el exceso y lo inefable de Dios. La diferencia con Janicaud radica en que este interés común no anula el carácter filosófico del desarrollo de Marion, sino que asume el reto de mostrar lo que antes no estaba al alcance del fenomenólogo, es decir, la mostración de lo inefable de Dios en el ámbito de la donación a partir de los conceptos de exceso y saturación. Que Dios sea innombrable implica que su fenómeno sea imposible a menos que Él decida mostrarse a sí mismo desde sí mismo. Por esta razón, ha sido indispensable desarrollar también una fenomenología de la revelación.

The third reduction developed by Jean-Luc Marion allowed us to make visible a phenomenon that, by inversion of the Kantian categories, shows the excess and saturation of the phenomenon. Saturation occurs when the phenomenon gives more than what can be limited by the intentionality or the horizon of the I. In the field of religion, the experience of God corresponds to an absolutely saturated phenomenon in which intentionality can neither foresee nor limit in any way or under any category or horizon what appears in the field of givenness. Showing such a phenomenon has been considered by Dominique Janicaud a theological turn of phenomenology, that is, a deviation from the scientific objective and the strictly philosophical character of the method originally proposed by Husserl. This criticism is taken into account in this research, and the following thesis is offered: there is, indeed, in Marion's development, an interest in making visible an area in common with apophatic theology: the excess and the ineffable of God. The difference with Janicaud lies in the fact that this common interest does not nullify the philosophical character of Marion's development but rather takes on the challenge of showing what was previously not within the reach of the phenomenologist, that is, the demonstration of the ineffable nature of God in the realmof givenness based on the concepts of excess and saturation. That God is unnamable implies that his phenomenon is impossible unless He decides to show himself from himself. For this reason, it has been essential to also develop a phenomenology of revelation.