Evaluación de la deshidratación aguda en trabajadores de clima cálido mediante el protocolo de carga de agua

Abstract

El nombre codificado de esta propuesta de investigación fue siempre RINS, que significa “riñones” en portugués. Se concibió originalmente en 2018 como una investigación que permitiera aplicar los conocimientos adquiridos durante mis años de trabajo como asesor científico del Gatorade Sports Science Institute (GSSI) a un problema concreto de salud que afecta a miles de trabajadores: la enfermedad renal crónica no tradicional. La propuesta es sencilla pero elegante: validar y utilizar el método de carga de agua para evaluar de forma objetiva y concreta los niveles de deshidratación aguda que tienen los trabajadores agrícolas en la región Chorotega de Costa Rica al final de una jornada de trabajo y documentar así en qué medida la deshidratación podría estar contribuyendo a este serio problema renal.

Luego de múltiples evaluaciones e intentos fallidos de financiamiento con varias organizaciones, incluida la Universidad de Costa Rica, se abrió en setiembre del 2019 una buena oportunidad de ejecutar la propuesta con financiamiento del CENDEISSS de la Caja Costarricense de Seguro Social. Lamentablemente, luego de dos frustrantes rondas de revisión, una reunión formal para aclarar dudas y nuevas dificultades en los trámites con el Comité Ético Científico Central de la CCSS, el equipo de investigadores que habíamos logrado conformar con mucho trabajo se desbandó en mayo de 2022 y desistimos de continuar con el esfuerzo. Fue un lamentable ejemplo de cómo la burocracia puede dar al traste con una iniciativa científica y éticamente sólida.

Se ponen a disposición en este repositorio la propuesta original de 2020 y la propuesta formal final que no logró ser aprobada, presentada en mayo 2022. El documento original fue preparado por Luis Fernando Aragón y José Ángel Ramírez Obando. Luego pasó por varias versiones en las cuales dieron sus insumos varios médicos del Hospital Enrique Baltodano Briceño en Liberia, Guanacaste. Para la versión final de la propuesta fueron cruciales los aportes de la Dra. Gabriela Morales Scholz de la Universidad de Costa Rica y la Dra. Isabel Barrientos Calvo del Hospital Raúl Blanco Cervantes en San José, Costa Rica, quienes se habían unido al equipo de trabajo desde el 2021.