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Revisión bibliográfica del abordaje de los pacientes con tromboembolismo pulmonar agudo masivo y submasivo

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Molina Ocampo, Ana Ruth

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La Enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es una causa principal de carga de enfermedad a nivel mundial con aproximadamente 10 millones de casos por año, y está relacionada con sustancial morbilidad y mortalidad. Esta entidad incluye la Trombosis Venosa Profunda y el Tromboembolismo Pulmonar. Las comorbilidades asociadas al tromboembolismo pulmonar están aumentando debido a la población envejecida. Con más personas que viven hasta una edad más avanzada, la incidencia general de la enfermedad tromboembólica venosa seguirá aumentado, lo cual representará una mayor carga para los sistemas de salud en todo el mundo. La presentación clínica del tromboembolismo pulmonar varía desde asintomático hasta fatal. Aunque en la mayoría de los casos el tromboémbolo pulmonar resolverá gradualmente, en algunos pacientes, este se puede organizar en depósitos fibróticos permanentes ocluyendo las arterias pulmonares y ocasionando hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. El tromboembolismo pulmonar se clasifica en tres categorías principales: TEP masivo o de alto riesgo, de riesgo intermedio (alto o bajo) o submasivo, y de riesgo bajo. Sin embargo, la severidad del TEP es un continuo, y la separación en categorías de riesgo es una construcción artificial, por lo tanto, el riesgo de morir de TEP varía dentro, así como entre las categorías de riesgo. Dentro de las categorías de riesgo, el riesgo de morir por TEP puede diferir lo suficiente entre los pacientes como para justificar diferentes abordajes de tratamiento. Por estas razones, la estratificación del riesgo es una ayuda valiosa para tomar decisiones, pero no debe dictar el manejo separado del juicio clínico del paciente. La heterogeneidad de la presentación clínica, la información limitada de estudios aleatorizados controlados y el número creciente de opciones de tratamiento avanzado han establecido el TEP como una de las enfermedades cardiovasculares más desafiantes en la medicina clínica. El pilar del tratamiento del TEP es la anticoagulación sistémica. No obstante, permanece controversia significativa entre terapias adicionales. Las limitaciones y complicaciones de las trombolisis sistémica han conducido la práctica contemporánea hacia intervenciones dirigidas por catéter; sin embargo, en la práctica real, las intervenciones basadas en catéter no están libres de riesgos.
VTE (Venous Thromboembolism) is a leading cause of disease worldwide with approximately 10 million cases per year and is associated with substantial morbidity and mortality. This entity includes Deep Vein Thrombosis and Pulmonary Embolism. Comorbidities associated with pulmonary embolism are increasing due to the aging population. With more people living to an older age, the overall incidence of venous thromboembolic disease is continuing to rise, placing a greater burden on health systems around the world. The clinical presentation of pulmonary embolism ranges from asymptomatic to fatal. While in most the pulmonary embolus will gradually resolve, in some patients, it can organize into permanent fibrotic deposits, occluding the pulmonary arteries and causing chronic thromboembolic pulmonary hypertension. Pulmonary embolism is classified into 3 main categories: massive or high-risk PE, intermediate risk (high or low) or submassive, and low risk. However, the severity of PE is a continuum, and the separation into risk categories is an artificial construction therefore the risk of dying from PE varies in as well as between risk categories. Between risk categories, the risk of dying from PE may differ enough between patients to justify different treatment approaches. For these reasons, risk stratification is a valuable decision aid, but should not dictate management separate from the patient's clinical judgment. The heterogeneity of clinical presentation, limited information from randomized controlled trials, and the increasing number of advanced treatment options has established PE as one of the most challenging cardiovascular diseases in clinical medicine. The mainstay of PE treatment is systemic anticoagulation. However, significant controversy remains between additional therapies. Complications and complications of systemic thrombolysis have led contemporary practice towards catheter-directed interventions, however in real-world practice, catheter-based interventions are not risk-free.

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Enfermedad tromboembólica venosa (ETEV), Tromboembolismo pulmonar, Terapia de reperfusión, Intevenciones basadas en catéter, Embolectomía

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