Alienación y sucesión

Fecha

2019

Tipo

artículo

Autores

Rojas Peralta, Sergio E.

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Resumen

La cuestión de la ipseitas y de la abalietas no parece resolverse en la sola oposición entre lo absoluto y la alteridad (alienación). El camino se cierra poco a poco, pues invocar una alienación fundamental del ser que es el ser humano es restringir el campo de acción o de aplicación. Campo de acción que no he tratado aún. El modo finito, si es fundamental alienado, es siempre otro, otro-que-sí (e incluso, se toma siempre por otro) y cualquier cosa que haga, no puede devenir dueño de sí, a falta de poder constituir su sí, de constituirse. En la teoría patológica, no sería más que pasivo y triste, impotente e ignorante, condenado a no reconocerse nunca. Esta descripción del modo humano puede ser considerado como un flujo continuo de conciencia, un ser que pasa por todo estado de ánimo sin residir en ninguno. Una descripción así puede ser exacta –en fin, rara es la salvación2 - pero en cualquier caso de escaso interés práctico. En esto, podría encontrarse todas las lecturas fatalistas de la filosofía de Spinoza, que confunden determinismo y predeterminismo, causa y destino o, incluso, libertad y espontaneidad. Retomando el camino, reconozco que somos variaciones ínfimas y sutiles de la potencia divina y que nuestra esencia depende de ella. Salir de esta condición alienante implica de hecho el reconocimiento mismo de la condición de la abalietas. Ahora bien, ¿en qué consiste esta condición? Para responder a la pregunta, pasaremos por el análisis crono-político esbozando de un lado la teoría del tiempo y de otro la teoría política entendida en cuanto sucesión

Descripción

Es un capítulo de la tesis de doctorado, traducido a solicitud de los editores de la revista.

Palabras clave

sujeción, Alienación, Sucesión, Ideología, Sujeción

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