Análisis de la Distribución Actual de los Servicios de Psiquiatría de la Caja Costarricense de Seguro Social

Abstract

La atención en psiquiatría ha evolucionado y se ha reinventado, sobretodo luego de la segunda mitad del siglo XX tras la aparición de los primeros antipsicóticos. En la actualidad se aboga a nivel mundial, por un modelo centrado en la comunidad, esto facilita el acceso a los servicios de salud mental. En la medida en que se pongan en marcha dispositivos extrahospitalarios, se podrá disminuir la necedad de internamiento de los pacientes con patología mental. De ser necesario, el ingreso de pacientes debe ser en camas dentro de un hospital general ubicado en su región. Para poder superar al hospital psiquiátrico, se debe dotar de camas en hospitales generales. La cifra que es sugerida por distintas organizaciones es de al menos 30 camas por cada 100.000 habitantes. La enfermedad mental ha ido posicionándose como una de las principales patologías responsables de la mayor cantidad de años vividos con discapacidad. Por lo que la inversión en salud mental, se traduce en mejoría en la calidad de vida de la población. A nivel mundial existe un déficit de especialistas en psiquiatría, y el fenómeno de migración desde la seguridad social hacia la práctica privada se ha extendido y Costa Rica no es la excepción. Se ha calculado la proporción idónea de especialistas en un psiquiatra por cada 10.000 habitantes como el necesario para brindar atenciones adecuadas y a una periodicidad razonable. Actualmente la Seguridad Social cuenta con 107 psiquiatras, sin embargo, continúan concentrándose en los hospitales psiquiátricos. Se carece, en el país, de suficientes servicios para la atención de la salud mental además de que se continúa centrando en los hospitales psiquiátricos, la mayor cantidad de los internamientos por estas patologías. Para poder superar estos centros y mejorar la calidad de las atenciones, se requiere contar con alternativas extrahospitalarias para manejo ambulatorio del paciente con enfermedad mental descompensada. La inversión en salud mental en Costa Rica, debería orientarse hacia un modelo más comunitario, mismo que ha probado ser más costo-efectivo a largo plazo.Care in psychiatry has evolved and reinvented itself, especially after the second half of the 20th century after the appearance of the first antipsychotics. In the present, a community-centered model is advocated worldwide, this facilitates access to mental health services. To the extent that out-of-hospital devices are created, the need for hospitalization of patients with mental pathology may be reduced. If necessary, the admission of patients must be in beds within a general hospital alocated on their region. In order to surpass the psychiatric hospital, beds must be within the general hospitals. The number of beds suggested by different organizations is at least 30 beds per 100,000 inhabitants for the psychiatric patients. Mental illness has been positioning itself as one of the main pathologies responsible for the greatest number of years lived with disability. Therefore, investment in mental health translates into an improvement in the quality of life of the population. Worldwide there is a shortage of specialists in psychiatry, and the phenomenon of migration from social security to private practice has spread and Costa Rica is no an exception. The ideal proportion of specialists in one psychiatrist per 10,000 inhabitants, this number has been calculated as the necessary to provide adequate attention and at a reasonable periodicity. The Social Security system currently has 107 psychiatrists, however, they continue to be centralizaed on psychiatric hospitals. There is a lack, in the country, of sufficient services for mental health care, in addition to the fact that the largest number of hospitalizations for these pathologies continues to be center on psychiatric hospitals. In order to overcome these centers and improve the quality of care, it is necessary to have extra-hospital alternatives for outpatient management of people with decompensated mental illness. Investment in mental health in Costa Rica should be oriented towards a more community model, which has proven to be more cost-effective in the long term.