Precomposting of organic residues and its effect in the population dynamics of Einsenia foetida
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Fecha
2013-07-03 00:00:00
Tipo
artículo original
Autores
Acosta Durán, Carlos Manuel
Solís Pérez, Ofelia
Villegas Torres, Oscar Gabriel
Cardoso Vigueros, Lina
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Editor
Resumen
Composting and vermicomposting are processes used to transform organic solid residues into fertilizers (compost and vermicompost, respectively). The physical, chemical and biological properties of vermicompost result in improvement of soil fertility and growth of plants. However, both, throughout the process, release toxic substances to the environment. The vermicomposting process tends to result in higher levels of plant availability of most nutrients, as compared with a process of conventional composting. The substrate used to feed the worms must undergo a prior period of precomposting, which involves more time and cost of inputs, which increases the cost of vermicompost obtained, so it is necessary to establish minimum composting time as well as strategies to reduce this period, so that the organic residues can be used as a substrate in the production of the earthworm Eisenia spp. A precomposting process from 0 to 8 weeks, before the vermicomposting process, was evaluated. It was concluded that the conditions under which the experiment took place allowed the development of the worms in all periods of precomposting. Vermicomposting in layers significantly reduces the processing time to achieve complete decomposition of organic residues. For the presence of cocoons and juvenile forms, precomposting is not necessary. Overall, precomposting from 0 to 2 weeks promotes reproduction and precomposting from 3 to 7 weeks promotes individual growth of earthworms. The best treatment was precomposting of 2 weeks, because it facilitates reproduction and average weight gain of the worm. Precomposting is not necessary when vermicomposting piles are less than 50 cm in height, producing vermicompost in 30 days.
El compostaje y el vermicompostaje son técnicas que se utilizan para transformar los residuos sólidos orgánicos en abonos orgánicos (composta y vermicomposta, respectivamente) cuyas características físicas, químicas y biológicas inciden directamente en el mejoramiento del suelo y en el crecimiento de las plantas; sin embargo, durante el proceso, se liberan desechos que agreden al ambiente. El sustrato utilizado para alimentar a las lombrices debe pasar por un periodo previo de compostaje, conocido como precompostaje. El vermicompostaje produce un material en el que la mayoría de los nutrimentos se encuentran en mayor disponibilidad para la planta, comparados con el material resultante de un proceso de compostaje convencional. El pre- compostaje involucra un mayor tiempo y gasto de insumos, lo que puede incrementar el costo de la vermicomposta, por lo que es necesario establecer el tiempo necesario de precompostaje para que los residuos orgánicos puedan emplear- se como sustrato en la producción de la lombriz Eisenia spp. Para la obtención de vermicomposta, los residuos se sometieron a un proceso de precompostaje de 0 a 8 semanas antes del proceso de vermicompostaje. Se concluyó que las condiciones en las que se desarrolló el experimento permitieron el desarrollo de las lombrices en todos los periodos de precompostaje. El ver- micompostaje en capas reduce significativamente el tiempo del proceso para lograr la completa descomposición de los residuos orgánicos. Para la presencia de cocones y juveniles no es necesario el precomposteo. En general el precomposteo de 0 a 2 semanas favorece la reproducción y el de 3 a 7 semanas favorece el crecimiento individual de las lombrices. El mejor tratamiento fue el precomposteo de 2 semanas, debido a que favorece la reproducción y el aumento del peso promedio de la lombriz. El precompostaje no es necesario cuando las pilas de vermicomposteo tienen menos de 50 cm de altura, al producir vermicomposta en 30 días.
El compostaje y el vermicompostaje son técnicas que se utilizan para transformar los residuos sólidos orgánicos en abonos orgánicos (composta y vermicomposta, respectivamente) cuyas características físicas, químicas y biológicas inciden directamente en el mejoramiento del suelo y en el crecimiento de las plantas; sin embargo, durante el proceso, se liberan desechos que agreden al ambiente. El sustrato utilizado para alimentar a las lombrices debe pasar por un periodo previo de compostaje, conocido como precompostaje. El vermicompostaje produce un material en el que la mayoría de los nutrimentos se encuentran en mayor disponibilidad para la planta, comparados con el material resultante de un proceso de compostaje convencional. El pre- compostaje involucra un mayor tiempo y gasto de insumos, lo que puede incrementar el costo de la vermicomposta, por lo que es necesario establecer el tiempo necesario de precompostaje para que los residuos orgánicos puedan emplear- se como sustrato en la producción de la lombriz Eisenia spp. Para la obtención de vermicomposta, los residuos se sometieron a un proceso de precompostaje de 0 a 8 semanas antes del proceso de vermicompostaje. Se concluyó que las condiciones en las que se desarrolló el experimento permitieron el desarrollo de las lombrices en todos los periodos de precompostaje. El ver- micompostaje en capas reduce significativamente el tiempo del proceso para lograr la completa descomposición de los residuos orgánicos. Para la presencia de cocones y juveniles no es necesario el precomposteo. En general el precomposteo de 0 a 2 semanas favorece la reproducción y el de 3 a 7 semanas favorece el crecimiento individual de las lombrices. El mejor tratamiento fue el precomposteo de 2 semanas, debido a que favorece la reproducción y el aumento del peso promedio de la lombriz. El precompostaje no es necesario cuando las pilas de vermicomposteo tienen menos de 50 cm de altura, al producir vermicomposta en 30 días.
Descripción
Palabras clave
residuos orgánicos, eisenia foetida spp., precompostaje, vermicomposta